¿Mi hijo necesita ayuda psicológica? Señales que te ayudarán a detectar si tu hijo necesita un psicólogo

A veces nuestros pequeños comienzan a comportarse de manera extraña o diferente a lo usual, pero en general no es nada de lo que debamos preocuparnos. Sin embargo, si estas actitudes persisten puede ser necesario acudir a un psicólogo infantil para que nos indique cualquier posible problema. Si este es el caso de tu hijo es importante que, ante todo, mantengas la calma. No hay un manual para ser padres y ¡No es nada fácil! Menos aun cuando la situación se complica o cuando las cosas no funcionan como lo esperamos. Por este motivo, queremos ayudarte a identificar los principales síntomas de alerta ¡Sigue leyendo!

Para empezar ¿Qué hacen los psicólogos infantiles?

Los psicólogos infantiles son profesionales especializados en el estudio del comportamiento de los niños hasta su adolescencia; y también se centra en la evolución de los diversos aspectos de los pequeños abarcando los físicos, motrices, cognitivos, perceptivos, sensoriales, afectivos y sociales. Los psicólogos infantiles realizan evaluaciones, diagnósticos y tratamientos psicológicos a los niños según su edad; e, igual, ofrecen estrategias para desarrollar o mejorar sus habilidades. Además de su autoestima, autonomía y bienestar en general. 

Los profesionales especializados en esta área de la psicología nos pueden ayudar a comprender la etapa evolutiva de nuestros hijos incluyendo sus comportamientos y hábitos. Principalmente en los casos en los que sospechamos que algo no está yendo bien con ellos en el ámbito emocional o intelectual. Si has detectado actitudes en tu hijo que te han hecho cuestionarte si es necesario acudir a un psicólogo infantil o no tienes muy claro cuáles son estas señales ¡A continuación te las contamos!

Señales de que tu hijo necesita ayuda profesional

  1. Presenta malestares que interfieren con su funcionamiento diario

Si nuestros hijos presentan dificultades que les impiden desenvolverse normalmente en sus actividades diarias debemos empezar a buscar psicólogos infantiles. Todos los niños experimentan diversas emociones negativas mientras están creciendo, siendo las más comunes la tristeza, la apatía, la ira y el miedo; por lo que, en principio, no debemos preocuparnos. Sin embargo, si notamos que estas emociones persisten e interfieren en sus actividades diaria tenemos que ayudarlos para que no desencadenen en ansiedad, fobia, depresión, etc. Es esencial que tomes cartas en el asunto apenas te des cuenta ya que esta señal puede ser el umbral del deterioro de la salud mental.

  1. Dificultades de concentración e hiperactividad

Además de prestar atención a las señales relacionadas con la salud mental, también debemos observar los síntomas cognitivos o de aprendizaje de nuestros hijos. La dificultad de concentración e hiperactividad es un síntoma un poco difícil de identificar ya que muchas veces los pequeños solo son inquietos. Igual, tenemos que considerar toda la información que reciben diariamente y que esperamos que aprendan y memoricen al pie de la letra. Esto es bastante complicado para un adulto ¡Imagínate para un niño! Sin embargo, si es que tu hijo tiene problemas para mantener su concentración en una sola actividad, incluyendo las de ocio (jugar, ver televisión, etc.); o no puede quedarse en un mismo lugar por un determinado tiempo, aunque se lo pidas un millón de veces. ¡Acude a un psicólogo infantil! Es importante detectar rápido los trastornos del aprendizaje como el TDAH para tratarlos adecuadamente.

  1. Demuestra problemas de adaptación

Muchas veces situaciones nuevas para los niños se presentan en su vida. Algunas de estas son la separación de sus padres, la mudanza a una nueva ciudad/país, la llegada de un hermano, un cambio de escuela, etc. Al inicio, es normal que nuestros pequeños se comporten diferentes por no saber cómo sobrellevar los cambios; pero, si los problemas de adaptación persisten u ocurren cada vez que se enfrenta a nueva situación es importante considerar buscar apoyo psicológico. Los psicólogos infantiles les ayudarán a nuestros hijos a tolerar, aceptar y adaptarse a su nueva realidad mientras aprenden a manejar sus sentimientos y emociones.

  1. Regresión a etapas anteriores

La regresión a etapas anteriores es la señal de alarma por excelencia de que nuestros hijos necesitan ayuda profesional. Esta se caracteriza porque los niños comienzan a repetir conductas que ya tenían dominadas o que ya no concuerdan con su edad. Por ejemplo, un niño que ya no mojaba la cama vuelve a hacerlo o una niña de 5 años que pide utilizar de nuevo su chupón de bebé. En ciertas ocasiones la regresión a etapas anteriores se presenta solo por algunas semanas por lo que no debemos preocuparnos o alterarnos antes de tiempo. Es más, nuestros hijos volverán a la etapa en la que se encontraban inicialmente sin que nos demos cuenta. Pero si esta permanece después de algunos meses es necesario ofrecerle ayuda psicológica inmediata porque puede deberse a un sentimiento de falta de protección.

  1. Cambio repentino de sus comportamientos o emociones

Si bien es cierto que todos los niños cambian en el proceso de transición de la niñez a la adolescencia esto no se da de la noche a la mañana. Si tu pequeño era dulce y amable, pero en pocos días se convirtió una persona agresiva o grosera deberías considerar acudir a un psicólogo infantil. Asimismo, es importante que consultes a un especialista si tu hijo expresa mayor angustia, tristeza, inquietud, irritabilidad u otros sentimientos negativos sin ningún motivo. Debemos evitar pasar por alto los cambios repentinos de comportamiento ya que estos pueden indicarnos que nuestro hijo es víctima de bullying; o, también que tiene problemas sin resolver con alguno de sus padres o familiares. 

  1. Agresividad

Como se mencionó en el anterior punto, si es que nuestro niño cambia de un día a otro su comportamiento o es agresivo debemos preocuparnos. La agresividad es una de las primeras señales de que un pequeño necesita ayuda profesional ya que demuestra dificultad para canalizar sus sentimientos negativos. Pero antes de llevar a nuestro hijo a ser diagnosticado debemos conocer los factores que pueden haber desencadenado la agresividad. Estos son:

  1. Baja tolerancia a la frustración: Usualmente se presenta en niños de 7-8 años al no conseguir lo que quieren y es de las más comunes ya que; a esa edad, los niños están desarrollando su inteligencia emocional
  2. Exposición a estímulos violentos: Los estímulos violentos a los que los niños están expuestos generalmente son la televisión y los videojuegos. Sin embargo, el niño puede actuar así también por su entorno. Es decir, si ve que en su hogar los sentimientos negativos son expresados con violencia reproducirá estos comportamientos.
  3. Pocas habilidades sociales: Algunos niños no han tenido la oportunidad de interactuar con otros niños de su edad. Por esta razón, no saben cómo hacerlo y se vuelven agresivos. Pero si este es el caso de tu hijo no tienes de qué preocuparte ya que es la causa más común; y, también es una de las más fáciles de abordar desde la perspectiva psicológica.
  4. Problemas físicos

Hay ocasiones en las que la salud mental de nuestros pequeños influye en su salud física como resultado de la somatización de un estado emocional. Esto ocurre cuando los niños todavía no tienen los recursos emocionales ni la experiencia necesaria para enfrentarse a ciertas situaciones difíciles; y algunos de los síntomas más frecuentes son el dolor de cabeza, el dolor de estómago y el cansancio excesivo por falta de sueño. Para estar seguros de que las molestias físicas de un niño no son producto de alguna enfermedad o golpe es necesario llevarlo primero a un pediatra. Si el médico de familia asegura no haber detectado ninguna cosa fuera de lo común debemos considerar llevar a nuestro hijo a un psicólogo infantil. Así, tanto nuestros pequeños como nosotros podremos conocer las emociones que están reprimiendo inconscientemente.

  1. El niño manifiesta verbalmente que necesita ayuda

Aunque en muchos casos no suceda, hay veces donde los niños personalmente nos piden ayuda directa o indirectamente. Entonces, puede que nuestra hija venga hacia nosotros a decirnos que se siente mal, que ya no quiere sentirse así o que tiene problemas. O, simplemente, puede que responda que sí cuando le preguntemos si es que algo le preocupa o si quiere hablar con alguien que no seamos nosotros. Recuerda que los pequeños no saben cómo exteriorizar sus sentimientos por lo que es importante que estemos pendientes de ellos y siempre les preguntemos como están. Así que, si tu hijo o hija te pide ayuda, no dejes pasar más tiempo y busca psicólogos infantiles que lo puedan ayudar.

Creo que mi hijo necesita ayuda psicológica ¿Dónde puedo encontrar psicólogos infantiles?

Si estas considerando llevar a tu hijo a un psicólogo infantil, pero no sabes dónde encontrar uno Tomatis Ecuador es el lugar indicado. Tomatis Ecuador es un centro de estimulación neuro cerebral que cuenta no solo con psicólogos infantiles y psico rehabilitares sino; también, con psicólogos educativos, integrales y clínicos. Sin mencionar terapeutas ocupacionales y del lenguaje. Además, su metodología trae consigo varios beneficios para nuestros pequeños como estimular su motricidad, mejorar su rendimiento académico y ayudarles a controlar correctamente sus emociones. 

Yo confíe en Tomatis Ecuador y obtuve resultados increíbles ¿Qué esperas para hacerlo tú? 

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