El enojo es una emoción humana totalmente normal y por lo general saludable. No obstante, cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar problemas en el trabajo, las relaciones personales y en la calidad general de vida. El no tener control del enojo puede hacerte sentir como si estuvieras a merced de una emoción impredecible y poderosa.
Pero ¿Qué es el enojo?
El enojo se puede definir como un estado emocional que varía en intensidad; desde una irritación leve hasta una furia e ira intensa. Como otras emociones está viene acompañada de cambios psicológicos y biológicos. Así que cuando te enojas, tu frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con el nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina.
El enojo puede ser causado por sucesos externos o internos. Puedes enojarte con una persona específica, o por algo ocurrido o tu enojo puede ser causado por estar preocupado o taciturno debido a los problemas personales. Los recuerdos de hechos traumáticos o endurecedores también pueden despertar sentimientos de enojo.
¿Por qué se enojan algunas personas más que otras?
Algunas personas se exaltan más que otras enojándose con mayor facilidad y más intensamente que el promedio. También hay quienes no demuestran su ira gritando, pero son crónicamente irritables y malhumorados. Las personas que se enojan con facilidad no siempre insultan y lanzan cosas; a veces se retraen socialmente, se amargan o se enferman.
Los psicólogos denominan a las personas que se enojan con facilidad individuos con baja tolerancia a la frustración, es decir, sienten que no deberían estar sujetos a la frustración, irritación o inconvenientes. No pueden tomar las cosas con calma y se enfurecen, sobre todo si la situación parece injusta como cuando se les corrige por un error de poca importancia.
¿Qué hace que estas personas sean así?
Existen varios factores y uno de ellos puede ser de origen genético o fisiológico. Existen pruebas de que algunos niños nacen irritables, sensibles y que se enojan con facilidad y estos signos están presentes desde una edad muy temprana.
Algunas investigaciones hallaron que los antecedentes familiares desempeñan un papel importante. Generalmente, las personas que se enojan con facilidad vienen de familias problemáticas, caóticas y sin capacidad para la comunicación emocional. Otro factor puede estar asociado a la manera como se les enseña a lidiar con el enojo.
El enojo se considera a menudo como algo negativo; a muchos nos enseñan que está bien expresar la ansiedad, la depresión y otras emociones pero que no está bien expresar el enojo. Como resultado, no aprendemos cómo manejarlo o canalizar constructivamente.
¿Es bueno dar rienda suelta a la ira?
Los psicólogos dicen que este es un mito peligroso ya que algunas personas usan esta teoría como una licencia para lastimar a otros. Las investigaciones han mostrado que darle rienda suelta aumenta la ira y agresión y no ayuda en absoluto a nadie a resolver la situación.
Es mejor descubrir qué es lo que desencadena tu ira y luego desarrollar estrategias para evitar que esos factores te hagan perder el control.
El enojo puede ser poderoso y a veces controlarlo puede representar un desafío. Tratar de controlar sentimientos de enojo implica tener mucha autoconciencia y autocontrol, pero desarrollar estas habilidades lleva tiempo.
¿Te preguntarás qué es la autoconciencia? Es la capacidad de observar qué sientes, piensas y por qué. Los niños pequeños no son muy conscientes de lo que sienten y lo expresan en su comportamiento, por eso tienen un berrinche cuando están enojados. Los adolescentes en cambio tienen la capacidad mental de autoconciencia. Así que cuando te enojes, tómate un momento para observar qué sientes y piensas. ¿Qué es el autocontrol? Es pensar antes de actuar; es poner algunos valiosos segundos o minutos entre sentir una emoción fuerte y actuar de una manera de la que te arrepentirás.
¿Quieres tener control del enojo? Te damos los siguientes tips
A continuación, te detallaré algunos consejos para el control del enojo
Piensa antes de hablar
Cuando estás enojado es fácil decir algo que luego lamentarás, por lo tanto, tómate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir algo. Esto también permite que las otras personas involucradas en la situación hagan lo mismo.
Una vez calmado, expresa tu malestar
Tan pronto como puedas pensar con claridad, expresa tu frustración de una manera asertiva, pero sin generar confrontación. Habla de tus preocupaciones y necesidades de forma clara y directa, sin lastimar a otros ni tratar de controlarlos.
Haz ejercicio
La actividad física puede ayudar a reducir el estrés que puede ser la causante de la falta de control del enojo. Si sientes que la ira está aumentando, sal a dar una caminata vigorosa o sal a correr o si deseas realizar alguna actividad física que disfrutes durante algún tiempo.
Escucha música
Se ha demostrado que la música puede cambiar el humor de una persona bastante rápido. Toma en cuenta que, si adicionas el baile, estarás haciendo ejercicio y obtendrás dos beneficios en uno. Será una maravillosa forma de tener control del enojo.
Escribe tus pensamientos y emociones
Puedes escribir de muchas maneras, puede ser en forma de diario, de poesías o canciones propias. Después de haber escrito algo puedes conservarlo o si deseas puedes tirarlo, la verdad no importa.
Lo que más importa es que escribir tus pensamientos y sentimientos puede mejorar la manera en la que te sientes. Cuando observas, calificas y liberas los sentimientos a medida que surgen poco a poco, estos no tendrán la oportunidad de desarrollarse en tu interior.
Haz una pausa
Ten en cuenta que las pausas no son solo para los niños. Es recomendable hacer pequeñas pausas a lo largo del día, sobre todo en momentos que suelen ser estresantes. Tomarte un momento de tranquilidad puede ayudar a que te sientas mejor preparado para enfrentar lo que venga, sin que te sientas irritado o enojado.
Identifica posibles soluciones
En lugar de concentrarte en lo que te molestó, esfuérzate por resolver el problema en cuestión.
- ¿Te enfurece que la habitación de tu hijo esté desordenada? Entonces cierra la puerta.
- ¿Tu pareja llega tarde a cenar todas las noches? Programa las comidas para más tarde en la noche o acuerda comer por tu cuenta algunas veces a la semana.
Tienes que ser consciente de que algunas cosas están fuera de tu control, por lo que deberías ser realista en cuanto a lo que puedes y no puedes cambiar.
Recuerda que la ira no soluciona nada y lo único que puede hacer, es empeorarlo todo.
Recurre a las declaraciones en primera persona
Criticar o echar la culpa podría solamente aumentar la tensión; en cambio sí usas frases en primera persona para describir el problema te ayudará a tener control del enojo.
Por ejemplo, puedes decir:
“Me molesta que te hayas ido de la mesa sin ofrecerte a ayudar con los platos” en lugar de “Nunca me ayudas en las tareas del hogar”.
No guardes rencor
El perdón es una herramienta poderosa y es una excelente herramienta para el control del enojo. Si permites que la ira y otros sentimientos negativos sustituyan a los positivos, quizás notes que tu propia amargura o sentido de injusticia te abruman.
Perdonar a alguien que te hizo enojar puede ayudarte a aprender de la situación y a fortalecer la relación.
Recurre al humor para liberar la tensión
Aligerar la situación puede ayudar a aliviar la tensión y a tener un mayor control del enojo. Así que recurre al humor para ayudarte a enfrentar aquello que te hace enojar; pero evita el sarcasmo, ya que puede herir sentimientos y complicar las cosas.
Practica tus habilidades de relajación
Cuando te sientas enojado pon en práctica ciertas habilidades de relajación, como ejercicios de respiraciones profundas, o imaginar una escena relajante o repetir una palabra o frase que te tranquilice.
También puedes escuchar música, escribir un diario o hacer algunas posturas de yoga; lo que sea que te motive a relajarte.
Entérate de cuándo buscar ayuda
Aprender a tener control del enojo puede ser difícil a veces. Si tu enojo parece estar fuera de control, te fuerza a hacer cosas que lamentas o lastima a quienes están a tu alrededor es momento de buscar ayuda.
¿Crees que necesita ayuda?
Si sientes que tu enojo está realmente fuera de control y está afectando tus relaciones y partes importantes de tu vida, podrías considerar la asesoría para aprender a manejarlo mejor.
Un psicólogo u otro profesional de la salud mental autorizado para ejercer puede trabajar contigo en el desarrollo de varias técnicas para cambiar tu pensamiento y conducta.
Cuando hables con un terapeuta, cuéntale que tiene problemas con la ira sobre los que deseas trabajar y pregúntale sobre su método para manejarlo. Estudios sostienen que recibiendo ayuda una persona que se enoja mucho puede acercarse a un rango de ira medio en aproximadamente 8 a 10 semanas; dependiendo de las circunstancias y las técnicas de asesoría utilizadas.
En Tomatis Ecuador nos preocupamos por ti por lo tanto queremos brindarte un apoyo necesario para que puedas tener un mejor control del enojo.
Las terapias en TOMATIS permitirán la elaboración de estrategias emocionales y cognoscitivas de control que pueden ser activadas en caso de necesidad para vivir serenamente toda situación potencialmente difícil.
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